Seguro que en alguna ocasión te has encontrado hablando sobre pizzas con tus amigos, con tu familia o con los compañeros de trabajo. A todo el mundo le gusta pero, cuando se trata de los ingredientes, el tema se vuelve peliagudo. A unos les gusta con muchos ingredientes, a otros con pocos, unos quieren piña, los otros anchoas, barbacoa… ¡Menudo lío! Uno de los puntos más debatidos sobre los ingredientes es la cantidad. Muchos piensan que cuanto más, mejor, pero no es así, como demuestra una auténtica pizza italiana. ¿Por qué? Vamos a verlo:

¿Por qué una auténtica pizza italiana tiene menos ingredientes?

Por influencia estadounidense y por rentabilidad, los restaurantes de comida rápida crean pizzas con una gran cantidad de ingredientes, mezclados en ocasiones de forma incoherente. El objetivo de esta práctica es saciar al comensal con ingredientes de poca calidad, primero por la vista y luego por el estómago. Pero ¿acaso más producto asegura más sabor?

Nuestra respuesta es rotunda en ambos casos: no. En otras ocasiones os hemos hablado sobre cómo hacer una auténtica pizza italiana, destacando la calidad del ingrediente como uno de los puntos fundamentales. La comida italiana se basa en el sabor, que se obtiene a través de una materia prima fresca y de gran calidad. Cada producto que se pone en una pizza debe aportar algo y quien come tiene que notar los diferentes ingredientes y cómo se potencia su sabor al combinarlos. Por tanto, la cantidad en exceso es contraria a la filosofía gastronómica italiana.

La base de nuestras pizzas es sencilla pero deliciosa: tomate fresco, mozzarella y aceite de oliva virgen extra. A partir de ahí, jugamos con distintas variedades, añadiendo embutido, verduras, otros quesos u olivas. Eso sí:  siempre mantenemos un estricto estándar de calidad y nos mantenemos fieles a lo dicho antes: cada ingrediente aporta su sabor y se combina con el resto. Nuestro objetivo es lograr llevar al cliente al lugar de origen de la auténtica pizza italiana y al del producto que está degustando en cada momento. Como dice J. Kenji López-Alt, columnista de The Food Lab: «Cualquier cosa añadida a mi pizza debe ser más sabrosa que la anterior, y ningún producto debería ser tan fuerte que enmascare el sabor de lo que se puso antes».

Para hacer una buena pizza italiana, no necesitas más de 4 o 5 ingredientes. Piensa por ejemplo en el pa amb tomáquet ¿a que no hace falta echarle un montón de queso, bacon o salsa barbacoa para que esté delicioso?

En las cadenas de comida rápida, como la española Telepizza, pueden encontrarse combinaciones que podrían matar de un infarto a un pizzero romano, siciliano o napolitano. Pizzas con pollo estilo barbacoa, pizza con palitos de mozarella, ternera, cerdo y bacon con litros de salsa por encima, pizzas con bordes rellenos de queso y maiz por encima… No hace falta ser Alberto Chicote para darse de cuenta de que prácticas como añadir patatas fritas a la mezcla es un sinsentido. ¿Realmente ese tipo de pizzas son más sabrosas que una «simple» Margarita con productos de primera y hecha en horno de leña?

En L’Aldilà respetamos los gustos de todo el mundo, ¡faltaría más!, pero nuestros clientes tienen claro qué es una auténtica pizza italiana y que, hablando de cocina italiana, la mayoría de las veces menos es más. Os invitamos a venir a probarla y a acabar con los debates. ¡Que la calidad nunca quede por encima de la cantidad!