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L’Aldilà: ¡orgullosos de ser un restaurante en Poblenou!

Muchas veces lo decimos, pero es que es realmente lo que pensamos: ¡estamos muy orgullosos de ser un restaurante en Poblenou! Nos encanta nuestro barrio, su gente, sus calles y su historia. Aquí estamos en casa y queremos que con este post conozcas un poco más el Poblenou de Barcelona y sepas por qué nos gusta tanto.
Poblenou: un barrio moderno pero con solera
Los actuales terrenos del Poblenou han recibido diferentes nombres a lo largo de los siglos: Llacuna, Joncal o La Granota, entre otros. Estos topónimos hacen referencia a los humedales provocados por la cercanía del Besòs, lo que permitió durante la Edad Media su explotación agraria.
La característica fundamental de lo que es ahora Poblenou, no obstante, siempre ha sido su desarrollo industrial. A partir de los siglos XVII y XVIII comenzaron a instalarse fábricas textiles, lo que ya señala una zona pionera en la modernización del país. Las máquinas de vapor y luego la electricidad también llegaron pronto a Poblenou, y con ellos la industria siderúrgica, la producción de vino, aceite, mosaicos, estudios gráficos… A finales del siglo XIX la zona era conocida como el Manchester Catalán y no sin razón.

Debido a su gran desarrollo, alrededor de las fábricas se multiplicaron los edificios residenciales y los barrios de barracas, como el Somorrostro. Sin embargo, el empuje del barrio se vio frenado desde la década de 1960 y la continua desindustrialización de Catalunya. Con la llegada de Barcelona’92 se decidió dar una nueva vida al Poblenou y potenciar su faceta pionera e innovadora. Por eso, en los últimos años bajo el paraguas del proyecto 22@ se han instalado compañías del sector de las telecomunicaciones, emprendedores relacionados con Internet, el diseño gráfico o universidades técnicas. Al final, ¡continua la tradición de Poblenou!
¿Y qué puede visitarse en el Poblenou?
Poblenou, además de por su innovación tecnológica, se caracteriza por la fuerza que tiene el turismo en sus calles. Es lógico, ya que nuestro barrio tiene mucho que ofrecer y lugares inconfundibles de Barcelona para visitar.

Una calle que nos encanta y que está al lado de nuestro restaurante en Poblenou es, precisamente, la rambla del Poblenou. Esta calle fue proyectada en 1853 con el plan Cerdà y, desde su edificación, se convirtió en el eje aglutinador del barrio. La rambla del Poblenou tiene preciosos edificios modernistas, estatuas, pequeñas plazas… ¡Y llega hasta la playa! Es uno de los mejores rincones de toda la ciudad.
Si lo que buscas es descubrir algo más de la arquitectura industrial que caracterizó el Manchester Catalán, hemos seleccionado cuatro ejemplos. El primero mantiene toda la esencia de las fábricas británicas, ya que la compañía que la edificó era inglesa y utilizó planos, materiales y técnicos de su país. Es Ca l’Aranyó (Bolivia, 82), de 1878, donde se producía lana; hoy es un Campus audiovisual, en consonancia con la propia evolución del barrio.

Otros dos ejemplos son Can Felipa (Pallars 277) y Can Ricart (Sant Oleguer 8-10). Ambas fábricas del siglo XIX han sido renovadas y a día de hoy acogen diferentes actividades culturales. Can Felipa no es un edificio fabril al uso, sino que este edificio de 1855 tiene un toque afrancesado muy especial. Se ha convertido en un centro cívico, un teatro y acoge el Archivo Histórico de Poblenou. Can Ricart fue construido en las mismas fechas que el anterior y está declarado Bien cultural de interés nacional. Entre un estilo neoclásico y racionalista, es un gran conjunto en el que destaca su gran torre adosada. En la actualidad es un espacio de creación artística multifuncional.
Al ladito de nuestro restaurante en Poblenou está Can Framis (Roc Boronat 116-126), que acoge el museo del mismo nombre de la Funcació Vila Casas. Can Framis fue una fábrica del siglo XVIII que se rehabilitó hace apenas siete años con un resultado espectacular. El museo expone 300 obras de arte contemporáneo catalán y también es sede de exposiciones temporales.

Aunque hay muchas más cosas que visitar en nuestro barrio, con la siguiente acabamos la selección. No puede ser otra que el Cementerio de el Poblenou o el Cementerio del Este. Se construyó en 1775 fuera de las murallas para comenzar a sacar los entierros y restos anteriores del núcleo urbano. Tuvo que ser reconstruido tras la Guerra de Independencia, lo que le aportó toques neoclásicos. El también llamado Cementerio Viejo está lleno de tumbas ilustres, esculturas de gran valor artístico y leyendas como la de “El Santito”.
¿Qué, te apetece venir a visitar nuestro barrio y descubrir las calles que nos rodean? Ya ves que puedes hacerte una ruta completa y… ¡hacer una parada en nuestro restaurante en Poblenou! Será una pausa muy sabrosa para recuperar energías y seguir con la visita. ¡Te esperamos en Poblenou!